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Comida típica de España

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España cuenta con un gran patrimonio gastronómico, con una cocina que se distingue por su amplia variedad de platos. Esta variedad se debe a las diferencias en la cultura, la geografía y el clima de las distintas regiones del país. La cocina española, en la que abundan los pescados y mariscos disponibles en los mares que rodean el país, tiene influencias europeas en el norte, influencias moriscas en el sur y, gracias a los primeros exploradores, cuenta con ingredientes que originalmente llegaron de las Américas y el Lejano Oriente. Además de ser extraordinariamente ricos y sustanciosos, los platos de España también son conocidos por sus ingredientes frescos y sus beneficios para la salud, como dieta mediterránea. De hecho, este estilo de cocina y dieta mediterránea se ha puesto de moda en muchas otras partes del mundo, provocando un aumento en las exportaciones de alimentos españoles. Según Inés Menéndez de Luarca, Directora de Gastronomía de ICEX España Exportación e Inversiones, "las exportaciones de alimentos españoles en el resto del mundo en 2012 registraron un incremento del 11,9% y un valor total de más de 30 mil millones de Euros, lo cual a su vez representa el 16% de las exportaciones totales de España. Estas cifras indican ciertamente un importante crecimiento”.

 

Una breve historia

La cocina española de hoy es una fusión de alimentos, sabores y estilos que representan las distintas épocas en la historia del país. Los moros, por ejemplo, trajeron las granadas a la región, mientras que los judíos del norte de África introdujeron el cocinar con frutos secos. Las patatas y los tomates, elementos básicos en la gastronomía española, fueron introducidos por los primeros navegantes que se aventuraron hacia las Américas y quienes regresaron con una variedad de plantas y nuevas ideas.

La larga y legendaria historia de España, con las constantes invasiones de pueblos extranjeros  que conseguían poseer la región, a primera vista podría parece ser una desventaja desde el punto de vista gastronómico. Nada podría estar más lejos de la realidad pues el resultado de esta historia ha sido una cocina española con una maravillosa y amplia gama de alimentos y estilos de cocina. Esa mezcla forma una cocina nacional que ahora es popular en todo el mundo. Algunos de estos estilos eran bastante simples, otros más complejos, pero el producto final fue una cocina basada en ingredientes frescos de calidad y una variedad de sabrosas especias.

 

Tipo de cocina española por región

Para los estándares europeos, España no sólo es grande, sino además muy diversa geográficamente. Como resultado, la cocina de España se puede dividir en varias regiones gastronómicas. Estas divisiones se pueden atribuir al desarrollo de las tradiciones locales, cada una enriquecida de diversas maneras por los griegos, cartagineses, romanos y árabes. Una gran parte del país ocupa tres regiones diferenciadas: la zona a lo largo del Mar Mediterráneo en el este, el norte a lo largo del Océano Atlántico, y el centro del país en una meseta alta. Algunas de estas regiones son bastante secas durante todo el año, mientras que en otras áreas la lluvia cae con bastante frecuencia. Todas estas variables han dado lugar a una cocina que es tan diversa como lo es deliciosa. Para ilustrar esto, a continuación le proporcionamos algunos ejemplos de la gastronomía española según las tres regiones mencionadas anteriormente:

La región del MediterráneoGambas al ajillo,

 

Las regiones costeras mediterráneas de España aprovechan el pescado y marisco de la zona, pero tienen una cocina diferente de algunas de las otras regiones del país. En Cataluña por ejemplo la comida tiene un trasfondo francés, y el levante se caracteriza por platos de arroz como la paella y el arroz negro. Los andaluces tienden a freír todo y, a causa de las altas temperaturas disfrutan de sopas frías como el gazpacho. Un plato típico de toda Andalucía es el “pescaito frito” y un postre tradicional de Cataluña es la crema catalana.

La región interior

En el centro de España, las carnes asadas son preferibles a otros tipos de preparaciones. Alrededor de La Rioja, al oeste de los Pirineos, a los cocineros se les conoce porque les gusta guisar todo lo que puede ser guisado y sobresalen con sus especialidades. Esta región también es conocida por sus vinos internacionales de La Rioja, así como sus sopas de verduras y pimienta y platos de patata. En Castilla y León se encuentran platos como la morcilla de León, Burgos o Valladolid, morcillas hechas con sangre, arroz o cebolla y una variedad de especias; el cochinillo asado, el lechazo, el cordero asado y el jamón de Guijuelo, un tipo de español curado de Salamanca. Las sopas espesas y calientes, tales como la sopa castellana a base de ajo, pimentón y pan, también son populares en esta región, como son guisos típicos como el cocido Madrileño. Toda la comida en la zona del interior usa tradicionalmente productos curados, así como el jamón español, o sumergido en aceite de oliva, como el queso manchego.

La región del AtlánticoPaella de mariscos

La región del Atlántico, en el norte de España, destaca por sus especialidades en guisos, salsas y platos de pescado y mariscos. Los residentes del norte consumen grandes cantidades de pescado y han estado visitando Terranova durante siglos en busca de bacalao y especias deliciosas. Las regiones de la costa norte que incluye a los asturianos, vascos, cántabros y gallegos, cocinan una variedad de guisos con verduras a base de carnes y pescados, como son el pote gallego y el marmitako. En Galicia se disfrutan del lacón, una especie de jamón que ha sido curado ligeramente. La cocina más conocida de los pueblos del norte a menudo se basa en productos del mar, como el bacalao a la vasca, el bonito, los boquerones, y el polba a fiera o pulpo a la gallega de Galicia, y los platos de mariscos.

El Tapeo y las Tapas Tapas

 

Ningún artículo sobre la cocina española estaría completo sin mencionar el tapeo y tapas. En decenas de localidades españolas, ciudades y pueblos, incluyendo la capital de Madrid, el tapeo, la práctica de probar diferentes tapas en los restaurantes locales y especialmente los bares, es una tradición muy atractiva y una práctica generalizada. El tapeo generalmente tiene lugar a la salida del trabajo de las residentes, y los bares de tapas son en gran manera un lugar de confluencia tanto para los residentes como los turistas. En los bares de tapas se reúnen las personas y se socializa y, lo más importante, se evita la sensación de hambre a la espera de la comida.

 

Las tapas son pequeñas porciones o muestras de comida que por lo general sirven gratis con la compra de una bebida. Hay muchos tipos de tapas para degustar cualquier día en un bar o un restaurante español. Pueden ser pequeñas muestras de embutidos, carnes, pescado frito o mariscos (estos últimos son muy populares en casi todas las regiones del país). Algunas de las tapas favoritas incluyen aceitunas rellenas de queso, anchoas o pimiento asado, albóndigas con salsa, bacalao, lomo de bacalao salado en rodajas muy finas que por lo general se sirve con pan y tomate, carne mechada, chopitos, calamares fritos o en su tinta, tortilla española, parrillada de verduras y chorizo​​. Muchos de estos bocaditos están elaborados con buenas cantidades de aceite de oliva, ajo, guindilla y otras especias. Como el aceite de oliva no se usa con moderación en la cocina española, lo mejor es dejar la tabla de calorías en casa cuando se va de tapeo.