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Un resumen de la historia de Canadá

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Canadá cuenta con una vasta y magnífica historia: una historia llena de una infinidad de reveses e incluso más aciertos. En el siguiente artículo hablaremos sobre los diversos periodos en la historia de Canadá y proporcionaremos información sobre los acontecimientos que ayudaron a formar esta gran nación y convertirla en lo que es ahora.

Canadá: Prehistoria

Un mamut de la prehistoria de Canadá, FuenteSegún los arqueólogos, existe evidencia de que los primeros nativos en Norteamérica, de la que Canadá representa más del 40 por ciento, llegaron por primera vez aproximadamente 40,000 años antes de nuestra era cruzando un puente terrestre que se había formado entre Asia y Alaska durante la última Era del Hielo, En los Estados Unidos, estas personas son frecuentemente conocidas como “Indígenas” o “Nativos Americanos”, mientras que en Canadá generalmente son conocidos como “Aborígenes” , “Nativos” o “Gente de las Primeras Naciones”. Puesto que este periodo de la prehistoria literalmente abarca miles de años, a continuación hemos creado una línea del tiempo, a partir del 9000 BCE,  que te ayudará a conocer algunos de los principales acontecimientos de un vistazo.

 

9000-8000 AEC:  Durante este periodo, los hurones, originalmente conocidos como los wendat, se establecieron en el sur de Ontario a lo largo del Río Eramosa cerca de lo que ahora es Guelph. Se concentraron entre el Lago Simcoe y la Bahía Georgian. La mayor parte del área aún estaba cubierta por glaciares y los wendat cazaban caribús para sobrevivir.

 

 7000 AEC:  Las tribus aborígenes comenzaron a establecerse en la costa occidental de Canadá y diversas culturas se desarrollaron alrededor de la pesca del salmón en la región. Los nuu'chah'nulth, o los nootka de la Isla de Vancouver comenzaron a pescar ballenas.

 

6000 AEC:  Diversas culturas se desarrollaron alrededor de la vasta reserva de búfalos en las Planicies Indias en el centro de Canadá. Estos grupos cazaban búfalos arreándolos desde los acantilados. Head-Smashed-In Buffalo Jump, cerca de Lethbridge, Alberta, es el más famoso coto de caza en esta región del país y fue utilizado por 5,000 años.

 

5000 AEC:   El cementerio ceremonial más antiguo fue descubierto en L'Anse Amour en la costa de Labrador donde se encontraron los restos de un niño de 12 años de edad. El chico fue enterrado boca abajo con una gran cantidad de adornos: almagre rojo había sido espolvoreado en la parte posterior de su cabeza y formando un círculo alrededor de su cuerpo. También se encontró en la tumba un mortero decorado de cuerno de caribú, un pendiente hecho de hueso, huesos de aves, la cabeza de un arpón, un silbato hecho de hueso y un colmillo de morsa. No se sabe qué posición tenía el niño en la comunidad para haber sido enterrado de esa forma.

 

2000 AEC:  Los inuit llegaron a lo que ahora es Canadá en pequeños botes, mucho después de que el puente terrestre había desaparecido y se establecieron en las regiones árticas.

 

800 AEC:   A medida que los glaciares disminuían y el clima se hacía menos gélido, los hurones se convirtieron en agricultores y fueron dejando la cacería, cultivando maíz que no crecía de forma silvestre.

 

500 AEC-1000 AC:  Los nativos se habían asentado en la mayor parte de Canadá. Cientos de tribus habían desarrollado, cada una su propia cultura, costumbres, leyendas y símbolos. Algunas de las más conocidas fueron los hurones, inuit, blackfoot, cree e iroquois.

Canadá: Los primeros colonizadores y la lucha por el control

Una obra que representa la conferencia en Québec en 1864El contacto más temprano con lo que ahora es Canadá se piensa que pudo haber sido hecho por los vikingos en una expedición dirigida por Bjarni Herjólfsson, que desvió su curso en su ruta desde Islandia hacia Groenlandia aproximadamente el 985 AC. Sin embargo, no existen registros de este descubrimiento excepto por sagas islandesas, vagas historias contadas de generación en generación.

 

El primer contacto europeo registrado en la historia canadiense fue realizado por el explorador italiano John Cabot que navegaba bajo el patrocinio del rey Enrique VII de Inglaterra.  En 1497, en una expedición para encontrar una ruta comercial a Oriente, Cabot terminó en algún sitio de la costa oriental canadiense y la reclamó para el Rey. Este viaje y uno subsecuente en 1498, le dieron a Inglaterra el derecho de descubrimiento de una cantidad indefinida del área del oriente de Norteamérica; de hecho, sus reclamaciones posteriores de Terranova, Cabo Bretón y regiones vecinas estuvieron basadas en parte en las hazañas de Cabot.

A principios del siglo XVI, un francés de nombre Jacques Cartier zarpó también en dos expediciones a Canadá, navegando por el Río San Lorenzo en agosto de 1535.

 

El 5 de agosto de 1583, Humphrey Gilbert, armado con papeles legales de reclamación por parte de la Reina Elizabeth I, tomó posesión formalmente de Terranova en la bahía de St. John en nombre de Inglaterra. Pero los franceses también comenzaron a reclamar territorios canadienses. Aún cuando sus primeros intentos de colonización fracasaron, en 1604 el monopolio del comercio de pieles fue otorgado a Pierre Dugua Sieur de Monts de Francia, quien dirigió su primera expedición colonizadora hacia una isla ubicada cerca del Río St. Croix. Entre sus lugartenientes estaba un geógrafo de nombre Samuel de Champlain, quien dirigió el traslado del asentamiento de St. Croix a Port Royal (actualmente Annapolis Royal, Nova Scotia).

 

Fue la colonia más exitosa de Francia y el asentamiento fue conocido como Acadia. Sin embargo, la cancelación del monopolio de pieles de Guast en 1607 llevó al asentamiento de Port Rotal a un fin temporal. Desalentado, Champlain pudo persuadir a Guast que le permitiera llevarse a algunos colonizadores y asentarse en St. Lawrence, donde en 1608 fundaría la primera colonia francesa permanente en Canadá en la provincia de Quebec. Se convirtió en la capital de la Nueva Francia.

 

Aun cuando las colonias inglesas estaban creciendo rápidamente a lo largo de la costa Atlántica. Los comerciantes de pieles y exploradores franceses estaban extendiendo lentamente sus propiedades dentro del corazón de Norteamérica. Después de establecerse en el área alrededor de lo que ahora es la Bahía de Hudson a principios del siglo XVII, los ingleses seguirían con la conquista de Quebec en 1629, aún cuando la región después fue regresada a los franceses en 1632 durante un breve tiempo de paz entre las dos naciones.

Sin embargo, la paz entre Francia e Inglaterra no duró mucho. La Guerra de los Siete Años (1756-1763) en Europa enfrentó a Inglaterra contra Francia en una sangrienta lucha por el control sobre Norteamérica y particularmente Canadá.  En 1758, los ingleses conquistaron la fortaleza francesa de Louisbourg en la Isla de Cabo Bretón, y en 1759, el general inglés Wolfe conquistó la ciudad de Quebec (la victoria de Wolfe en Quebec garantizó que Canadá se volvería británica en vez de francesa). En 1763, los franceses se vieron forzados a entregar todos sus territorios en Canadá a los ingleses por el Tratado de París.

Canadá:  Los primeros días del dominio británico

Después de que Francia fue forzada a renunciar a su reclamación sobre Norteamérica, Inglaterra, que ahora la había incorporado a sus otras colonias atlánticas, se enfrentó con dos problemas apremiantes. Había en ese entonces más de 50,000 nuevas personas francoparlantes en lo que había sido anteriormente la Nueva Francia. Además, había enormes extensiones de tierras salvajes en el área de los Grandes Lagos donde la cantidad de indios nativos sobrepasaba por mucho a las pequeñas tropas de los británicos.

 

 

Dirigidos por un inteligente y peligroso jefe Ottawa de nombre Pontiac, los indios repentinamente se levantaron en armas en contra de sus nuevos amos ingleses y comenzaron a derrocar esos fuertes uno a la vez; masacrando a los soldados ingleses que los ocupaban hasta que nuevas tropas llegaron y el levantamiento fue finalmente sometido.

 

Para evitar conflictos futuros con los franceses, el Parlamento Inglés promulgó la Ley Quebec de 1774, permitiendo que los canadienses franceses practicaran su propia religión: el catolicismo romano y a conservar su legislación civil francesa junto con el derecho penal inglés. Para 1775, Canadá contaba con una población de alrededor de 90,000 habitantes. 

 

Durante la Guerra Civil Norteamericana (1775-1783), la lealtad de lo que una vez fue la Nueva Francia se puso a prueba. En un año de la aprobación de la Ley Quebec, las colonias rebeldes norteamericanas enviaron dos ejércitos al norte a conquistar la provincia. Sir Guy Carleton, el gobernador británico de Canadá, se libró de ser capturado cuando uno de estos ejércitos, bajo las órdenes de Richard Montgomery, tomó Montreal.

Carleton llegó a Quebec a tiempo para organizar a su pequeña ejército en contra de las tropas de Benedict Arnold. Arnold comenzó el sitio de la fortaleza al que pronto se le unió Montgomery. En la lucha a mediados del invierno siguiente, Montgomery fue asesinado y Arnold salió herido. Cuando llegó la primavera, las tropas atacantes se replegaron.  Durante el resto de la Guerra Revolucionaria Norteamericana, no hubo más peleas en suelo canadiense.

 

Después de la Revolución Norteamericana, miles de leales británicos de los recién establecidos Estados Unidos de América, huyeron a Canadá para comenzar sus vidas nuevamente en Nova Scotia y en las tierras aún vírgenes sobre los rápidos de St. Lawrence y el norte del Lago Ontario. Esta masiva oleada de nuevos colonizadores, conocidos en Canadá como los Leales del Imperio Unido, marcó la primera oleada principal de inmigración por parte de los colonizadores angloparlantes desde los días de la Nueva Francia. Su arribo significó que tanto la provincia atlántica de Nova Scotia como la coloniza del interior de Quebec necesitaran ser reorganizadas.

 

En un principio,  los bosques sin colonizar al oeste de la Bahía de Fundy, una vez parte de la Acadia Francsa, habían sido incluidos en Nova Scotia. Sin embargo, en 1784, esta área fue establecida en una colonia independiente conocida como New Brunswick. La Isla de Cabo Bretón fue simultáneamente separada de Nova Scotia (una división que terminó en 1820). En conjunto, se cree que algunos de 35,000 leales inmigrantes se establecieron en las Provincias Marítimas.

 

Mientras tanto, la colonización de las áreas más inaccesibles al norte y oeste del Lago Ontario y a lo largo de la ribera norte de la parte superior del St. Lauwrence se dieron de una forma más lenta, con tan solo 5,000 leales que se establecieron en el área.

 

Canadá: El siglo XIX

Un tanque de guerra canadiense, FuenteDurante la Guerra Norteamericana de 1812, los americanos invadieron Canadá pero los canadienses pudieron enviarlos de regreso. Sin embargo, la exitosa defensa de su recién fundado país no evitó que los canadienses vieran las grietas en su propia forma de gobierno. Hubo muchos ciudadanos, particularmente los acaudalados hombres de negocios y poseedores de tierras que consideraban que los colonizadoras tenían demasiado poder para autogobernarse a través de sus asambleas elegidas. Otros se mostraron molestos de que el poder real no caía en las manos de las personas a través de sus representantes elegidos, sino que el gobernador solo era responsable el gobierno de Gran Bretaña.

 

Uno de los acusadores más fuertes de la administración del gobierno, especialmente en lo que se refiere a concesiones de tierras, fue William Lyon Mackenzie, que eventualmente se convirtió en el Alcalde de Toronto en 1834. En 1837, dirigió un levantamiento que no tuvo éxito, en el que fue asesinado. Por la misma época, en Baja Canadá, los canadienses franceses de Baja Canadá también se revelaron bajo el liderazgo de Louis Joseph Papineau; esta revuelta también fue rápidamente disuelta.

La gravedad de los problemas en Canadá provocaron gran preocupación en Gran Bretaña, donde los recuerdos de la Revolución Americana aún estaban recientes. A solicitud de la Reina Victoria, que ascendió al trono en 1837, John George Lambton, conde de Durham, aceptó el nombramiento como gobernador en jefe de Norteamérica Británica con poderes especiales como el alto comisario. Lambton llegó a Quebec en la primavera de 1838, y aun cuando terminó su estancia antes de que el año terminara, su Reporte sobre los Asuntos de Norteamérica Británica es uno de los documentos más importantes en la historia del Imperio Británico.

 

Durham recomendó que la Alta y Baja Canadá deberían unificarse bajo un solo parlamento, creyendo que si se se les daba mucha libertad a las colonias para gobernarse a sí mismas como a las personas en Gran Bretaña, se volverían más leales en vez de menos. Él no vivió para ser testigo de que la acción que fue tomada en base a su reporte, en un año se enfermó y murió. En 1840, la Ley de Unión fue aprobada, uniendo a la Alta y Baja Canadá bajo un gobierno central.

 

Canadá eventualmente obtuvo un gobierno democrático en 1867 cuando Ontario, Quebec, Nova Scotia y New Brunswick fueron unificados como el Dominio de Canadá. Canadá entonces tenía un sólido gobierno central, que gobernaba desde Ottawa, la nueva capital. El primer ministro de Canadá fue Sir John Macdonald.

 

Durante el siglo XIX, la población de Canadá creció rápidamente, impulsado por una oleada masiva de migración europea. Canadá estableció su primer gobierno democrático en 1867, cuando Ontario, Quebec, Nova Scotia y New Brunswick fueron federados como el Dominio de Canadá.  Manitoba fue convertida en provincia en 1870 y British Columbia se unió a la confederación en 1871.  Alberta y Saskatchewan se uniría más tarde en 1905.

 

La economía canadiense también se expandió grandemente durante esta época, ayudada por la crecimiento del sistema ferroviario del país. Un tren transcontinental, el Canadian Pacific, se terminó en 1885, y vastas áreas de tierra fueron devueltas a las industrias manufactureras y agrícolas que rápidamente comenzaron a florecer. El oro se descubrió en el Distrito Klondike de Yukon en 1896, generando una fiebre del oro que duraría por varios años.

 

 

Canadá: El siglo XX y XXI

En los años anteriores a la Primer Guerra Mundial, Canadá enfrentó uno de sus temas más urgentes de política exterior a medida que una competencia naval incrementaba entre Alemania y Gran Bretaña. Bran Bretaña naturalmente deseaba recibir ayuda militar de las colonias. El Primer Ministro Canadiense en ese momento, Wilfrid Laurier, estableció un compromiso que no satisfizo ni a la fracción pro-británica ni a los partidarios franceses. Él fundó la Marina Canadiense en 1910 con la disposición que en momentos de guerra estaría bajo el dominio británico. Esto rápidamente generó acusaciones que los soldados canadienses serían reclutados en el ejército británico si la guerra llegara. Como resultado, Laurier fue derrotado en la siguiente elección de 1911.

 

El nuevo gobierno conservador, dirigido por Robert Laird Borden, tuvo la responsabilidad de convocar a la nación al lado británico en la Primera Guerra Mundial. Con los canadienses tan divididos como lo estaban al final del mandato de Laurier, esto pudiera haber sido algo difícil de lograr. Pero la invasión de Alemania a la neutral Bélgica en 1914 forjó un sentimiento de unidad canadiense y una exigencia para participar en el conflicto.

Antes de que la guerra terminara en 1918, más de 619,000 oficiales y hombres habían sido enlistados, incluyendo cerca de 22,000 que habían servido a la Fuerza Aérea Real Británica. Más de 60,000 canadienses murieron en acción o por heridas, un terrible y alto precio en relación con la población del país. Más de 66 millones de cartuchos fueron producidos en las fábricas canadienses. La deuda nacional bruta se disparó de 544 millones de dólares en 1914 a casi 2 1/2 billones de dólares in 1919, la mayor parte del dinero provenía de préstamos públicos de guerra.

 

Después de la guerra, en la década de los veinte, Canadá presenció diversos años de prosperidad, pero al igual que el resto del mundo sufrió en gran medida durante la Gran Depresión de los treinta. Las exportaciones de madera, pescado y grano cayeron bruscamente y para 1933, el desempleo había escalado a un enorme 23 %. El gobierno activó trabajos de ayuda, pero las dificultades económicas continuaron a lo largo de la década.

 

Con el inicio de los cuarenta comenzó la Segunda Guerra Mundial. En tres meses una división entera de la nueva Fuerza de Servicio Activa Canadiense había sido transportada al Reino Unido. Estos canadienses estuvieron en servicio en casi cada escenario de guerra. La Marina Real Canadiense se incrementó de tan solo una docena de veleros a más de 400. Sirvió principalmente como una fuerza antisubmarina de convoy en el Atlántico Norte. Algunas de sus unidades fueron desplegadas regularmente en sitios tan lejanos como el Mediterráneo y el Pacífico. Canadá perdió 45,000 soldados durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Después de la guerra, la población de Canadá creció rápidamente de 16 millones en 1951 a 18 millones en 1961. Personas llegaron de todas partes del sur y oriente de Europa y en los sesenta también del sur de Asia.

 

Los cincuenta y sesenta presenciaron el boom de la economía canadiense y Canadá se convirtió en una sociedad muy próspera. Sin embargo, durante el final de los setenta y principio de los ochenta, una recesión golpeó Canadá y el desempleo alcanzó el 11%. Hubo otra recesión a principios de los noventa pero Canadá se recuperó rápidamente.  

 

Durante los primeros años del siglo XXI, la economía de Canadá repuntó, pero como el resto del mundo, el país está ahora comenzando a agitarse tras los efectos de la recesión global que inició en 2008.  En 2012, la tasa de desempleo en Canadá se colocó en 8.1 por ciento, pero ahora el número ha disminuido a 6.9 por ciento, la tasa más baja que el país ha visto desde la recesión de 2008.  

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