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La República Popular China es un inmenso país situado en el sureste asiático. Ocupa el primer entre los países más poblados del mundo con más de 1.300 millones de habitantes y el cuarto más grande en cuanto a territorio con 9.596.961 kilómetros cuadrados de superficie total.

No obstante y a pesar de la cantidad desmesurada de habitantes, China es un destino apetecido por miles de estudiantes alrededor del mundo que buscan oportunidades de especialización o mejoría profesional. Según el censo de 2011, en China había más de 600.000 ciudadanos extranjeros, sobretodo procedentes de Corea del Sur, EE.UU. y Japón. Sin importar las barreras idiomáticas o culturales, los estudiantes escogen este lugar para profundizar en su área de conocimiento porque es la primera potencia económica y tecnológica del mundo, además de ofrecer una amplia lista de carreras que se imparten tanto en mandarín que es su lengua oficial, como en inglés.

La base del gobierno chino lo determina el Partido Comunista, que tiene jurisdicción en las 22 provincias, cinco regiones autónomas, cuatro municipalidades (Shanghai, Beijing, Tianjin y Chongqing) y dos regiones administrativas especiales (Macao y Hong Kong) del país. La capital y ciudad más habitada es Beijing.

Educación en China

Debido a la gran demanda de estudiantes internacionales, pero sobre todo a la gran cantidad poblacional, China cuenta con uno de los sistemas educativos más grandes y complejos del mundo. La importancia que se le da a la educación, se ve reflejada en los 200 millones de estudiantes que se encuentran repartidos en más de medio millón de instituciones.

Este sistema trabaja de manera descentralizada, es decir que cada provincia o región administrativa tiene autonomía propia para ejecutar las políticas que el Estado Comunista Chino implementa, según la necesidad de sus estudiantes. La enseñanza es gratuita para los estudiantes con edades comprendidas entre los seis y los 18 años y obligatoria hasta los 15. Según los datos facilitados por el gobierno chino, el índice de matriculaciones es del 99%, así como su nivel de alfabetización es una de las mejores del mundo con un 94%.

Básicamente, el Estado Comunista Chino define en tres niveles su sistema de educación: primaria, secundaria y superior. Se recomienda iniciar la educación primaria a los seis años, ya que es una etapa de importante aprendizaje escolar. Es además obligatoria, con una duración de seis años. En esta etapa las asignaturas prioritarias suelen ser la aritmética, lectura y escritura.

A su vez, la educación secundaria está dividida en ciclo uno y dos. El ciclo uno dura tres años y es obligatorio, estableciendo nueve años como educación prioritaria y obligatoria en la república popular. Para ingresar al ciclo dos, el estudiante deberá superar ciertos exámenes de capacitación, la cual dura también tres años. El plan de estudios de la secundaria en ambos ciclos se diferencia del resto del mundo porque está dividido en dos categorías: la de asignaturas estatales, en la que están las matemáticas, ciencias, humanidades y tecnología, y la de asignaturas locales, que vienen determinadas por las necesidades económicas de cada región. El objetivo es que los graduados estén preparados para trabajar en puestos que sirvan a la economía de su provincia.

Finalmente y quizás la más importante, está la educación profesional, que se divide en superior, pregrados y posgrados. China ofrece todo tipo de centros de educación superior, formación profesional o universitaria para alcanzar las metas y obtener la titulación en cualquier área del conocimiento. La asistencia a clase es obligatoria y se imparten cursos hasta de 20 semanas, divididos en dos semestres por año.

Lastimosamente, acceder a la educación superior en China no es tan sencillo, pero tampoco imposible. Para empezar, existen dos opciones básicas: autofinanciación y becas del gobierno chino. Cabe mencionar que algunas universidades chinas ocupan los puestos más altos en el World University Rankings, por lo que vale la pena intentarlo.